Índice:
Rodajas del
tiempo / 4
Amor en la
luna / 4
Las
galaxias y yo / 4
Cerca de
mis pares / 5
No está
editado / 5
Prohibido
en el espacio / 5
Un día / 6
Cada vez
que respiro / 6
Hay tanta
belleza / 7
Tapa los
espejos. Viaja / 8
¿Problemas?
¿Disgustos? / 9
Yo-ella / 9
Caos
generalizado / 9
Verano
malvado / 9
Los muertos
/ 10
Lo hacen
cada tanto / 10
Nuestra
inmortalidad / 10
Devuelven
mis sueños / 10
Anticiparse
al dolor / 11
Mis aliados
del espacio y el infierno / 11
Sería
demasiado / 11
Odio / 11
La mujer
dormida / 12
Fumo porque
lleno / 13
Fuera de la
vida / 14
Agradecimiento
/ 14
Cuando / 15
El
cumpleaños del cumpleaños de Rocío / 15
Problemas /
16
Entre
vidrios / 16
El amor y
el cohete de ron / 17
Palabras /
17
Un sueño ha
descendido del cielo / 17
La fiebre /
18
Mujer / 18
Un día más
/ 18
Desahuciados
/ 19
Me
desconozco / 19
El
despertar lejano / 20
Absolutamente
vivo / 20
Esta vida /
21
Mi cerebro
tiene hambre / 21
Otra
atmósfera / 21
Mi sueños
no descansan / 22
Ya no muero
/ 22
A punto de
estrellarse / 22
Como no lo
había escrito antes / 22
Duerme niño
/ 23
En un
costado / 23
Una rica
pizza / 23
Como / 24
¿Y no
escribir más? / 24
En las / 24
Efecto
primavera / 24
El olvido /
25
Algún sueño
/ 25
Olor a
perro / 25
Soy un
experimento literario / 25
Hijos del
destino / 26
Enferma es
la palabra / 26
Cuando todo
calla / 27
Planeta
universo / 27
El rincón
enigmático / 28
Desde un
balcón / 28
Soy yo
cuando me alejo / 28
Pintura
imaginaria / 29
El pájaro
insiste / 29
Todos esos
días / 29
Vínculo
infinito / 30
Un viaje en
las estrellas / 30
Accesorios
que se usan en algunos días / 30
A panza
arriba de la nada / 31
Más de lo
que puedas imaginarte / 31
El blanco
de los pensamientos / 31
La sensatez
/ 32
Los días
tienen cuello de jirafa / 32
Reflexión y
final pesimista de la vida / 32
En la piel
de la vida / 33
La muerte
despierta en las ventanas / 33
El salto
justo / 33
Pájaros y
hombres / 34
Todo o nada
/ 34
Desde mi
cuna / 34
Estaré
siempre enamorado / 34
Un ruido en
mis ventanas / 35
¿El corazón
es humano? / 35
En la
médula / 35
La visión
nos proyecta desde lejos / 36
¿Vos te
acordás? Todo se voló / 36
Fichas / 36
Tres de la
mañana / 36
Pajaritos /
37
El día, la
vida, el amor y la literatura / 37
Cincuenta
años de genial convivencia / 38
Habría que
revertir / 38
La
premonición / 38
Poner en
óptimas condiciones la casa / 38
Lo único
que le importa a mi cerebro / 39
Insectos y
animales / 39
En algún
lugar del espacio / 40
Primordial
oído / 41
Una palabra
/ 41
Parte del
Diablo / 41
Entre la
muerte de todas las galaxias / 41
Hoy fui al
río / 42
Nacer… / 43
El anhelo.
El despegue de la sonrisa / 43
El
despertar se amortigua / 44
Nadie
escapa / 44
Para
refugiarse / 44
Una noche
pude sentirlo / 45
Los
trabajadores de mi mente / 45
Entrar en
mí / 46
Luna guarda
/ 46
¿Sabes?
Vuelo / 47
Sobre / 48
En la
inmensidad del espacio / 48
Abrir / 48
Cantidades
/ 49
Del otro lado de las
cosas / 49
El sueño que acapara
el Universo / 50
Caminar / 50
Llueve / 51
El sol de la mañana
/ 51
Ida y vuelta / 51
Círculo / 52
Hasta que estalle la
mañana / 52
Sus manos sigilosas
/ 53
Desangrándose en
humanos / 53
Ecología y bombas /
53
Es un instante / 54
Pink Floy de amor / 55
Como las palabras / 55
Abro puertas, cierro puertas / 56
Un mundo lleno de planetas / 57
Tu presencia / 58
Rodajas
del tiempo
Caras, rostros colgados sobre la cornisa. Rodajas del tiempo andan
dañando mi me memoria. Tal vez sea el alcohol que agudiza mi historia, pero
también se que vivir tanto es proporcional a la melancolía que hoy degusto y
proporcional a la sabiduría que hoy mata el disgusto.
Yo
pienso cortado en suspenso. Todos somos rodajas del tiempo.
Navajas frías, cartón prensado, recuerdos estrangulados. He soñado con
verte despierta cerca de mis brazos. He anhelado tu sonrisa a la par de la
coherencia.
He
deseado tanto que realmente me desees.
Caras o rostros o cornisas. Rodajas del tiempo me salpican. Talvez sea
mi adicción a vos la que me quita y da dolor.
He soñado con Dios pero no recuerdo, he soñado con una cabaña adormecida
y una chimenea herida.
Pienso en suspenso. Rodajas del tiempo todo el tiempo.
Amor en la luna
Sobrevolando
a través de la palabra te extrañe antes de haberte encontrado, y con toda la
sensación que vino del futuro ya comenzamos a amarnos. El espacio tenía un
lugar en el cielo bien guardado, y ahora, desde una casita en el árbol de la
luna, vemos a la vida desde otro lado; el planeta tierra es una mancha importante
del pasado, pero nada se compara con este amor que el destino con sus mejores
manos ha logrado.
Sobrevolando la palabra en el
tiempo por fin he encontrado lo que siempre he deseado.
Está impreso en el cielo y en
nuestros cerebros todo lo que nos amamos. Toda una vida a nuestro lado, y de
muertos, fantasmas en la luna… tomados de las manos.
Las galaxias y yo
Yo te esperaba con la sonrisa en mi alcoba.
Yo jugaba a que nada era cierto para no extrañarte. Yo pensaba escondido,
porque no quería dolor. Yo jugaba a ser niño para alejarme de vos.
Cuanta gente se muere cuando se acaba el amor, cuanto tiempo se esconde
y cuanto sol desaparece de vos.
Cuando el amor no está conmigo no pensaría en lo que digo. El tiempo
conoce todo lo que me mantiene erguido.
Como un sueño mal dormido, yo podría haberte dicho todo lo que hoy está
realmente vivo.
Muerto de silencio voy en busca de tu Dios,
muerto de placer, enamorado, me voy muriendo sin tu voz. Yo, que estoy
acorralado busco tu palabra y vos… que estás enamorada buscás la palabra bruja
que te arranque de tu casa, como las hadas marcianas arrancan el veneno en las
mañanas.
Toda una vida buscando despertar en las
galaxias. Ese polvo mágico que se abre más allá de las palabras.
Cerca de mis pares
Caen
títeres del cielo y se clavan como semillas de prego en los jardines del
barrio. Desbordan los tanques de agua. Estallan todos los faroles de las calles
y forman nubes violetas, suaves y perfectas. Salen ovnis diminutos de los
hormigueros más grandes ubicados en el amazonas.
Un
ruido superior a la vida se apodera de nuestra conciencia para que seamos
felices realmente, o más felices que las cicatrices muertas.
Germinan palabras en mis sesos y me crecen antenas. Ufff… haaafff…, ya
me siento más tranquilo y relajado, estoy cada vez más cerca de mi real
antepasado.
No está editado
Un
libro, se sabe, nunca está terminado hasta que no está editado. Hace años que
llegué al final de una novela, y todavía le estoy terminando su peinado,
esculpiendo sus uñas. Le saco barritos y
le inhibo granos. También borro algunas arrugas, sólo las que restan en
la historia y están sólo para no hacer nada. Mañana lustraré sus zapatos y le
daré un poco de cuerda. También limpiaré sus zapatillas superpuestas y
lubricaré sus notas musicales más graves. Le daré más oxígeno a sus pulmones, y
mantendré sólo el humo necesario para que haya poesía. Le agregaré ojales y
botones a su traje. Pestañas como arañas en sus ojos y los más bellos balcones
a su alcance. Yo me siento en uno de ellos y toco sus ojos; estoy enamorado de
lo que no he terminado, porque todavía no está editado.
Prohibido en el espacio
Hormonas, sensibilidades y secuelas, destruyen la verdad una vez
encontrada.
Hoy el
dolor se multiplica en los pliegues del Universo; pero sigo erguido con el horizonte
esperándome, sin embargo un par de lágrimas punzantes siguen corriendo por mis
mejillas, ida y vuelta en mi memoria llena de recuerdos.
El inconciente colectivo también quería
desunirnos, la magia y las brujas con sus dientes de veneno. Y la vida, la
existencia que no soporta a un amor verdadero. ¿Quién de todos ustedes morirá
con el real amor al lado? ¿Quién de todos ustedes, será feliz realmente? La
vida giratoria transforma lo bueno en decepción en dos segundos del Diablo. La
sensibilidad gobierna las mentes y el mal hace lo que quiere, siempre sale
ganando, siempre sale victorioso rompiéndolo todo. El mal es una bomba que ha
matado lo que yo amaba, pero sigo erguido muy cerca del horizonte, sin embargo
un par de lágrimas cargadas de recuerdos circunvalan mi cerebro y en mi memoria
con una gran sonrisa te recuerdo.
Los caminos del encuentro no se encuentran
nunca, y cuando se encuentran, mágicamente los desencuentran. La vida será
morir con un individuo al lado. El amor verdadero, parece ser, no está
permitido en el espacio.
Un día
Un día voy a ser
más feliz que una nave espacial.
Un día vas a ser
más feliz que una nave espacial.
Un día tu gran
despertar va a ser mi sueño ideal, y la nave espacial... la cápsula de la
verdad.
Cada vez que respiro
Cada vez que respiro, pienso.
Son tan lindos los techos de mi barrio.
Las mañanas me cautivan y las noches son cada vez más perfectas; porque
cada vez que respiro, pienso, y cada vez que sueño te deseo.
Me dejé llevar por el viento y pude comprenderte. Me dejé estar, tan
sólo para descubrirte, tan sólo para internarme en vos.
Quiero jugar lejos de la ira, y refugiarme más allá del dolor.
Cuantas veces creí dominar el mundo. Cuantas veces creí que una mujer
era la salvación.
Todo sueño se derrumba y espero que ya nada se derrumbe.
Cada vez que respiro te busco.
Busco en el mundo la pócima perfecta. Busco en el mundo un minuto de compasión.
Me dejé llevar, melancólico y tenaz. Me dejé estar sólo para averiguar
quién sos.
Quiero todo lo que deseo encerrado en la circunferencia sórdida del
tiempo.
Cuantas veces acaricie la luna. Cuantas veces me disfrace para
enamorarme.
Todo sueño encalla en mi almohada y yo, inmanente como la salvación que
vive en todo corazón, sueño.
Los techos de mi barrio me apaciguan. ¡¿Cómo puede ser tan importante el
universo?! La luna es lo más cercano que tenemos para tratar de comprenderlo.
En ella leo todo lo que puedo. En ella pienso para no estar muerto. En ella
sueño y mastico cada idea como si fuera un delicioso cuento. En ella estás vos.
¿Quién carajo sos? ¿Cuándo vas a encapsular mi amor? ¿Cuándo vas a respirar
dentro de mi corazón?
No es fácil estar vivo. No es fácil asemejar el olvido.
Cada vez que respiro sueño. Sufro porque estoy hecho de dolor, y lloro
porque no tengo nada que hacer.
La simpleza se está subiendo a mis pies. La
simpleza juega con mis pies. Es linda la luna, la ira y las cáscaras del amor.
Cuantas veces me trepé a la escalera del sol. Cuantas veces fui totalmente yo.
Hay una idea que se apodera de mi casa. Hay un murmullo exquisito y
feroz. ¡Hay... la vida y el dolor!, todo es parte de un movimiento precoz. Odio la rima, pero la
simpleza se está subiendo a mis pies. Odio la vida pero amo profundamente el
dolor.
Dentro de un tanque de agua pienso. Empapo mi alma para llegar más
lejos. Salpico al hipócrita e intento salvar el mundo.
Hay una idea que vive en mi casa y sin embargo yo vivo dentro de un
tanque de agua. No hay nada más lindo que despertarse borracho a la mañana.
Me dejo estar, sólo por un momento. Me dejo
estar con el alma al descubierto.
Iría a vivir con Dios. Y si es dentro de un tanque de agua mejor.
Me gustan los techos de mi barrio. Me gusta
mi país. ¡Yo que sé, nací para querer! Nací para colorear el bien. Nací para
pensar.
Pienso tanto que cada vez me alejo más de mis pies.
Pienso tanto que ya soy un monstruo sin pies.
Hay tanta belleza
Hay tanta belleza en mi entorno. Hay tanta belleza a mi alrededor que no
sé como voy a hacer para enfrentar al mundo de los mundos: no sé como voy a
hacer para enfrentar al universo. Y si me refiero a la belleza, en este caso,
no me refiero ni al arte ni al aspecto físico de la materia, ni a Pamela, sólo
me refiero al movimiento trivial o a la locura intranscendental; es decir: Hola
que tal. Mañana va a llover. El sábado Boca va a ganar.
Siempre fui alérgico a lo convencional, a la rutina obsoleta-mental.
Pero me fui dando cuenta que es todo realmente sensacional, y no es que viva
borracho o drogado, sólo que he evolucionado demasiado.
Hay tanta belleza a mi alrededor que no puedo parar de suspirar y
enloquecer cada día más.
Cuando compro el pan y me miran con sus ojos desde allá. Se creen que
están vivos y a lo mejor si lo están. Uno ha nacido torcido. Uno siempre ha
buscado y ha vivido en la penumbra donde se agita el intelecto y la ansiedad se
desviste todo el tiempo. Uno es una máquina que busca. Uno, desde la quietud
pensante, abarca el universo y acaricia astros y planetas enfermos. Uno no
tiene tiempo para los ojos del pan y el hola que tal, ni Boca va a ganar. Por
eso hoy digo y creo: Hay tanta belleza a mi alrededor porque he evolucionado
demasiado. Contradicción: materia cósmica de mi corazón. La contradicción es
energía pura y parte del amor. Hay un amo del universo. Dios barre mi cama cada
vez que sueño. Me observa y me cautiva con su mirada llena de rabia. He
evolucionado demasiado y eso no le agrada, aunque sabe bien que cada día es
distinto y la contradicción me maneja como a un niño.
¡Qué locura! ¡Qué suspenso! ¡Qué dolor! Espero el amor; algo tal simple
como la belleza. ¡Qué locura! ¡Qué suspenso! Espero al amor. Algo tan simple
como el dolor. Contradicción. Dicción cósmica. Amalgama espacial. Payasito
letal. Cucaracha locuaz. Cencerro ilegal. Caballito fetal. Marioneta total.
Bicicleta lunar. Hojarasca verbal. Clarividencia mordaz. Regocijo mental.
Espero el amor, o mucho más que eso; ella es
tanto que se escapa de Dios. Ella es tanto que me eleva; acaricia
permanentemente mis pies. Si pudiera tocarla valoraría más el pan, el hola y
chau y Boca va a ganar. Me gustaría ser un tarado mental.
Si pudiera cuidarla sería un gigante perfecto y feliz. Si pudiera
taparla sería una frazada mágica.
Si pudiera olvidarla... estaría muerto.
Tapa los espejos. Viaja
Tapa
los espejos y duerme multiplicada. Arroja puntos suspensivos en determinada
cara.
La
belleza es rara, porque rara es la belleza. La belleza canta porque la belleza
canta. La belleza actúa para desencuadrarse por un rato de su alma.
El
tiempo se desviste, se despeina y miente haciendo un laberinto en su mente.
Pero la fobia ya no tiene ojos dentro de sus ojos: nadie quiere hacerle daño y
nadie quiere enloquecerla.
La
vida es un mundo complicado. El dolor se esparce como sombras diabólicas. Es el
mal el que arroja sus lenguas asesinas y devora la comida, las risas de una
sociedad perdida.
La
belleza es carnal, onírica, telepática y visceral. Juega con sus manos, saca
música de un piano, baila quieta, viaja, y pesca estrellas del espacio. Siente
dolor y culpa, pero de nada sirve seguir siendo miembro del pasado. Hasta la
belleza pudo haberse equivocado. La equivocación es existencia y camino. Todo
lo que vive se equivoca. Todo lo que siente es parte de un gran sueño. Todos
quieren despertarse de la vida.
Es la
vida la que ríe y llora. Hay que entenderla, maniobrarla o insultarla. Es la
conciencia el terreno donde nos sentimos vivos: es el cerebro una máquina que
aún no entiende nada.
La
vida a veces cansa. Las mujeres taradas, superfluas y taradas cansan. Los seres
corruptos, hipócritas y corruptos cansan. El desequilibrio existencial, unos
comen otros miran, cansa. El ignorante y necio da lastima y cansa. La
depredación planetaria asusta y cansa.
Y la
belleza....
La
belleza no cansa.
No poder
disfrutarla
desordena
mi alma.
¿Problemas? ¿Disgustos?
La
inmensidad asombrosa destruye laberintos.
Yo-ella
Yo,
adentro. Afuera el día o la vida. Por la sutil ventana de mi cuarto entraba la
luz gris que, ante mis ojos cansados, se movía. La lluvia amenazaba, los
relámpagos afónicos la anunciaban. Todo parecía condensado, yo dormitaba, el
día y la noche parecían estrujados: una sola pieza formaba la totalidad del
día, las veinticuatro horas en un mismo espacio.
Mientras
yo pensaba ella seguramente pensaba. Me gustaría acariciar sus llantos. Entrar
por sus ojos a la materia gris de sus días: su vida. Borrar el dolor, destapar
la luz que anestesia el dolor. Hacer que el pasado sea una canción.
Yo,
adentro. Afuera ella: la luz gris de mi vida; amo la tormenta en la que está
metida. Yo la amo y sólo debo hacer que no llueva. Caer por sus ojos y
abrazarla, ella sabe que soy fibra íntima y parte de su vida sana.
La
tormenta va cerrando sus heridas.
La
sonrisa, de antemano, ya es parte de su vida.
Caos generalizado
Un
avión con cien mil penes meando barrios. Semáforos vomitando colores satánicos.
Un buzón absorbiendo mierda caída del espacio. Alcantarillas tragando niños,
perros y Susanos. Faroles electrocutados. Bocacalles con trompas venenosas.
Autos desdoblados, perfumados por el caos. Sendas peatonales escondidas.
Obelisco en el espacio. Plazas levitando y explotando. Garitas de vigilancia
descorchando todos los espantos. Kioscos de diarios empapados por mis llantos.
Juegos de palabras porque me divierto y anestesio todo lo que extraño.
Verano malvado
Es
verano, de noche, hace un calor que no se puede vivir. Además me separé de mi
novia, la extraño, y encima me fundí, estoy sin un centavo. Tengo ansiedad e
insomnio y… ¡carajo! un mosquito viene siempre a visitarme. Aunque no sé si es
el mismo porque no se cuanto tiempo viven, pero al fin y al cabo un mosquito
viene siempre a visitarme. Yo sacudo la almohada por el aire para espantarlo,
ni gasto en artilugios químicos para matarlo o matarlos, espantarlo o
espantarlos. A veces, cuando escucho su zumbido enano que en las noches es muy
alto, me tapo por completo con una sabana y le entrego sólo una mano; me da
lástima que no coma, si total no me está matando. Y si a veces me enojo y lo
mato de un sopapo, no importa, sólo quedará tapado.
Los muertos
Los muertos quedan tapados, en silencio, en pausa, en… un no se sabe,
porque nosotros no sabemos. Quedan acostados, como con túnicas fantásticas que
desintegran y hacen polvo mágico.
Los muertos forman luego trombas que van y vienen del espacio. Se ríen
de nosotros, y cuando llueve nos salpican todos sus abrazos.
Lo hacen cada tanto
Las palabras cambian su piel en mi alcoba. Lo hacen cada tanto, y yo
después barro. Las acomodo en estantes y en cajones y en cualquier momento
salen a buscarme.
Nuestra inmortalidad
Tumbas felices viajan como
tirabuzones, ríen sobre el aire. Los recuerdos ya no tienen puntas por que hoy
ya me levanto después de tu sonrisa. El pasado ya no vive putrefacto en mis ventanas
y es empírico el presente que hoy me ama, tus abrazos me conectan con la
felicidad elevada, una escalera hacia la luna, una lagrima muerta que chorrea
inútil en la nada, un despertar creíble, pestañeos de los ojos, besos de
nuestras hermosas bocas, frotes de nuestro encuentro que nos ha hecho nuestros.
Sobre el mundo sonríe el
pasado, y yo te digo una vez más, y lo que digo está escrito en las ventanas,
en mis abrazos, en la luna y en la felicidad que vos me das. Lo que te digo es
un secreto; mis hallazgos, mi cerebro: una fórmula para nuestra inmortalidad.
Devuelven mis sueños
Es un momento que vive de otro momento, movemos el cielo y las momias se
dejan caer.
Ellas devuelven mis sueños.
Anticiparse al dolor
Llorar
un poquito todas las noches para anticiparse al dolor. Prepararse por si un día
nos toca sufrir demasiado. De esa manera ya estaríamos más preparados.
Mis
aliados del espacio y el infierno
Miraba
el cielo, le hacía preguntas al espacio. Una sutil boca marcada en una nube, y
luego, sus ojos perfectos me miraban.
Yo
fumaba oxigeno del tiempo y me preguntaba si el dolor era cierto. Y sí, era cierto, porque aún la extrañaba.
Me
encontraba panza arriba mientras la infinidad me miraba. Estaba boca abajo
mientras el infierno me chistaba.
Una
pequeña nave se estacionó a mi lado, yo la abrí como a un frasco: había
caramelos adentro.
Ahora
los saboreaba mientras el mundo estallaba.
Ella
no será de nadie. Yo me llevaré a otro lado los recuerdos: su sonrisa, sus
palabras, sus abrazos…
Sería demasiado
Todavía tengo a su mascota, no sé si odiarla o quererla, porque no
conozco mi destino, no sé si ella volverá a estar con migo. Tengo a su mascota
entre paréntesis furiosos, tengo a su mascota en una pecera etérea. Tengo frío
y es verano. Su ausencia me está matando.
Si
todo este dolor un día se torna felicidad yo podría morirme, sería demasiado.
Odio
Odio la vida, pero me encanta la luna.
Odio la vida, pero el atardecer es de Dios.
Odio la vida, pero me vuelo en el viento.
Odio la vida, pero la música es calma.
Odio la vida, pero hay palabras que son
mejores que mi vida.
Odio la vida, pero hay comidas que me
cautivan.
Odio la vida, pero hay momentos que me
alucian.
Odio la vida, pero me gustan sus piernas
retroactivas. La vida tiene lindas piernas asesinas.
Odio la vida, pero me gusta su ropa. La vida
viste bien cada vez que me toca.
Odio la vida, pero me gusta su absurda rima.
Odio la vida, pero me gusta como me mira. La
vida siempre mira.
Odio la vida, pero su sonrisa me cautiva. La
vida es sonrisa cristalina.
Odio la vida, pero el sol calma este dolor.
Odio la vida, pero me gusta su suave
escarapela introvertida.
Odio la vida, pero me encanta la vida.
La mujer dormida
Sobre la noche espesa, donde todo es ausencia, se desviste mi alma. Mi
calma ya no tiene sueños para darte, porque me has dejado helado cuando te
marchaste.
Sobre la colina gris de la madrugada rodante, donde el azul del cielo es
polvo y locura, y la locura es locura y cielo, intento despejarme y eyectarme
hacia un despavorido encuentro.
Toda una vida escapando de la melancolía. Toda una vida bebiendo
lágrimas de amargas alegrías. Dime tú, donde vive mi sonrisa fugitiva. Dime tú
donde mi futuro es calmo y emergen niños de mi vida, de tu vida intranquila por
ser mujer cautiva. Toda expectativa es mujer dormida.
Sobre la noche extensa enciendo tu ausencia y leo claramente tus
palabras. Mi alma ahora es viento, exquisito viaje interno.
Chupete, cuna, juguetes, cuadernos, celos, ensayos de amor, deportes,
amistad, travesuras, excitación, noviazgos, trabajos, arte, soledad, desazón
sobre la noche espesa de la ausencia. Toda una vida escapando de la melancolía.
Toda una vida bebiendo lágrimas de amargas alegrías. Dime tú, donde vive mi
sonrisa fugitiva. Dime tú donde mi futuro es calmo y emergen niños de mi vida,
de tu vida intranquila por ser mujer cautiva. Toda expectativa aún es mujer
dormida.
Sobre la colina gris de la madrugada rodante, donde el azul del cielo es
polvo y locura, y la locura es locura y cielo, intento despejarme y eyectarme
hacia un despavorido encuentro.
La mujer dormida, era el final de mi vida, el comienzo de la gran huída.
porque
Fumo lleno…
porque el
de
Fumo lleno tiempo
humo.
El cigarrillo me da amor, humo en mi corazón: hueco, desazón.
El cigarrillo es un deseo infinito, pero hace de cada minuto un
muertito.
El cigarrillo es un amigo sin ceros; resta y ríe cada vez que lo
encuentro.
El cigarrillo es una vida de escarcha, mientras lo encendés te garcha.
El cigarrillo es un viaje plano, un precipicio al alcance de la mano.
Todas las mañanas encendés tu cama, desayunas un pulmón con tostadas.
Todas las noches te llama; hay… llama malvada no humedezcas mi cerebro
con alas.
Cada vez que recuerdo, soy un laberinto de humo y viento y veo todo lo
que veo, porque me han mirado todo el tiempo.
Quito el humo de mis ojos: “hola mi amor, ya me siento mejor”. Estropeo
ceniceros, apago la llama y me fundo en el humo de tu corazón.
Ahora sólo fumo tu amor.
En mi mundo no hay más kioscos que vos.
El
cigarrillo
se
apagó.
Una escalera absurda murió.
Fuera de la vida
Fuera
de la vida, pero muy cerca de ella. Vivo con la vida frente a mis narices. Soy
uno de los tantos prisioneros. Uno de los tantos prisioneros sueltos del
paralelismo humano. Soy lo que fui, y
seré lo que hoy no puedo descubrir.
Me
explota el rostro, se me rompe el corazón.
Cuando
ya no esté, quiero que mis palabras se liberen; que alguien abra esta compuerta
hermosa, y la ciudad se inunde de la idea grande y la creatividad gobernada por
mi irresponsabilidad brillante. Se que a muchos los haré volar; haré de sus
mentes una nave espacial; la felicidad puede estar en lo que uno pueda llegar a
ejecutar. No se dejen distraer por la felicidad ocasional. No se dejen distraer
por la radio o el mundial. La felicidad real puede estar en lo que uno pueda
llegar a ejecutar, por supuesto que un hijo es verdad, sonrisa eterna de la
realidad. Pero no se dejen distraer por
la radio o la historieta amar.
Cuando
ya no esté, estaré igual, y no lo digo
por mi escritura; lo digo porque este planeta será siempre mi montura.
Retroceso:
La
carreta y el adiós: revolución industrial.
Un
hombre falso en la luna.
Aritos
y tatuajes.
Prejuicios ausentes ante la homosexualidad.
Internet y el glóbulo blanco.
El
calentamiento global y la distracción mental.
Cuando
se empiece a pensar sobre el planeta menos se va a pensar en los que mueren sin
pan.
Planeta tierra.
Montura difícil de domar.
Agradecimiento
Comenzaba a quererla de verdad pero un día se voló como un globo, como
un pájaro siniestro me dejó solo.
Hoy
comprendo que era un ángel, la llave de mis logros. Ella existió para que yo exista. Ella un
día voló en su condición de ángel, y hoy no tengo más que agradecerle. No, nada
más que llevarla conmigo para siempre. Era dulce, suave y hermosa. Pero no
crecía porque los ángeles no llevan número en la espalda. Era un ángel, y será
siempre un ángel. Fue raíz de mi vida, fosa de mi crecimiento obligatorio,
motor de mi pensamiento, parapeto de mis sueños, ensayo del destiempo. Ángel.
Sonido de la inspiración. Canción de una extraña sensación. Dolor que me hizo
creador de mi creación. Soy auténticamente yo, porque ella un día me acarició y
me dejó.
Cuando
Siempre que encendía un cigarrillo sentía el
deseo vivo. Ahora siento que el deseo me consume; el cigarrillo al revés
extingue mi vida. No puedo llegar a esa mujer que es tan hermosa, suave y rápida. Navega como un cien
pies sobre las palabras. Tiene mil mundos en su alma y más elocuencia que
patas.
Espero.
Espero encontrarla.
Espero treparme a sus piernas-patas, me
sobran tentáculos para hallarla.
Espero que en la luna explote su confianza.
Espero.
Ella no sabe que vale más que mil palabras.
Ella no sabe que el viento va a empezar a
acomodarla.
Ella no sabe que hay mujeres que no acomodan
mi ansia.
Al lado mío hay un lugar destinado a ella.
Al lado mío no hay palabras si no puedo
acariciarla.
No hay palabras.
Pero si no hay remedio, para no morir, voy a
tener que inventarlas. Me trepo a mis alas, sos más hermosa que una encrucijada
de hadas.
Al lado mío no me reconozco sin esa mujer exacta.
Hay gente que vive en una casa o en un
árbol.
Hay gente que vive en la calle o en un reino
animado.
Hay gente que vive y no le gusta la vida.
Yo vivo en la injusticia, soy la mera cara
del reconocimiento que me evade.
Soy la mera cara de esta quimera que no
recibe aún lo que le hace falta.
De todos modos, peor es casarse, y
descubrir… que la belleza mata o te descalza.
El cumpleaños del cumpleaños de Rocío
Hoy hay un cumpleaños soleado compuesto de rocío luminoso.
Hoy es el cumpleaños del cumpleaños de Rocío. Hoy se tuerce el eje del planeta
y la gravedad se escapa de la tierra, pero queda sólo ella en el día que ha
nacido. Sólo queda su presencia y algún recuerdo cansado. Ella calibra su
cerebro, se pinta el rostro y hace un dibujo en el aire.
Ahora baila, chapotea en su espejismo dual y su cerebro va
siendo parte de la realidad.
Un,
dos, tres.
Ya
quiere regresar a su historia.
Tres,
dos, uno.
La gravedad retorna y yo me desplomo en su memoria. La
observo de adentro hacia fuera, la exploro de adentro hacia fuera y la beso de
ambos lados. Luego con baba y rocío luminoso construyo la mejor nave para que
volemos agazapados sobre el Universo
claro y nos deslicemos sobre el cumpleaños del tiempo, donde yacen artistas
perfectos.
Torta
de cumpleaños.
Deseos.
Alcohol
para que no muera el alma.
Chisporroteos
con sombras luminosas.
Llamados
telefónicos, mails y abrazos mejicanos.
Alguien te ha regalado una remera, un libro o una cena; yo
te regalo la llave que el inventor de Dios, un día de viento y Rocío intuitivo,
me ha obsequiado.
Esta llave te hará volar cuando sueñes o despiertes, cuando
pienses o no lustres tu mente.
Esta llave te dará energía o aliento. Buenos momentos y
partículas propias de los sueños.
Esta llave te dará anestesia y la sonrisa más compleja.
Esta llave te dará una rampa para despegar volando en las
mañanas.
Esta llave…
Esta… llave…
De todos modos, ya teníamos nave. Hecha de baba y rocío
luminoso.
Feliz cumpleaños maravilloso ser, de ambos lados, hermoso.
Problemas
Chocar el auto contra un mar ciano. Pelearse con una novia y extraer de
su alma roña. Discutir con un amigo y revolver un laberinto escondido. Llegar
tarde al trabajo y comer mariposas. Ir preso por equivocación o por gloria.
Encontrarse con el perro muerto de risa y sin aire. No pagar una deuda y
recibir un balazo en la pierna (todo es niebla, hasta que algo en ti
despierta).
Entre vidrios
Una vez más salgo a observar la vida detrás de un vidrio, soy un hombre
invisible encerrado entre vidrios, será probablemente el barco trasparente del
que alguna vez he hablado.
Cuando la suerte me abandona me siento marginado. Es como si me hubieran
encausado en un mundo paralelo o en algún lugar donde nadie me conoce, o, a lo
mejor, ni siquiera me ven. Sin embargo
veo a todos con su presunta felicidad y, muchos de ellos, muchos, muchos, me
dan lástima.
El sol se puso fuerte; detrás del vidrio hace mucho calor. Siento que
podría romperse y filtrarse a mí, la felicidad que tanto miedo me da.
El amor y el cohete de
Ron
Es un lindo día el día de los enamorados. Uno se levanta, riega un poco
el infierno para que no queme tanto, se mira al espejo, acomoda
improvisadamente sus sesos, desayuna recuerdos, se tira en el sofá del living y
recuerda como todos los días que hay que limpiar la estufa con estopa y pelo de
payaso, y luego sí, se lanza al mundo a buscar el amor. Observa el sol y se
enamora de Dios que en verano no usa barba porque se caga de calor.
Una chica te mira. Hacés de tu corazón una flor.
El amor es un invento absurdo, pero te hace volar rumbo al sol en un
cohete de Ron.
Palabras
Buscar palabras en un pantano o en el sol.
Buscar palabras en el aire o en los sueños.
En cabezas de otros tiempos: poetas que han hecho de mí un susurro eterno.
Buscar palabras o dejarse atrapar por ellas,
que te acarician y te besan.
Buscar palabras en un frasco cerrado o en un
mundo totalmente descuidado.
Buscar palabras o dejarse atrapar por ellas.
Saborearlas como a un vino. Disfrutarlas como a un hijo o a un amor sin puntos
suspensivos. Hacer con ellas un destino o un hogar sin puentes destructivos.
Me agacho. Me caigo y me despierto. Busco
palabras todo el tiempo. Enciendo el televisor o me divierto del aburrimiento.
Camino. Me aparto de todo lo que me ha dolido.
Tiempo.
Buscar.
Todo el tiempo busco palabras y ellas buscan
que les de una casa para que estén juntas: una historia que las haga vivas. A
ellas no les gusta estar solas, se sienten inútiles o bobas. Algo solo no tiene
existencia ni sentido, porque no tiene referencia para cerciorarse de que está
realmente vivo.
Un
sueño ha descendido del cielo
Una semana y no para de llover, pero ella nada, como
volando, sobrevolando sus sueños, imaginando momentos.
Ella rueda sobre el mundo, investiga, explora, sufre y goza
matando insectos que destellan asco, o pescando ángeles que iluminan el
espacio.
Cuando mueran todas las luces del planeta su sonrisa me
estaría iluminando, y mi magia sería parte de su magia, todas las partículas de
mi alma siempre han estado observándola.
Una semana con lluvia, gotas del pensamiento, estalactitas
colmadas de preguntas, mariposas que flotan en su memoria.
Buenos Aires extraña sus pisadas, su rareza, su mirada y su
danza quieta o revoltosamente inmaculada.
En cualquier momento arrojo un barrilete para que la
traiga.
Todas las mañanas cuando entra el sol por mi ventana me
recuerda una vez más que es una mujer exacta.
Hoy a la noche me treparé a la luz de la
luna para observarla y arrojarle un beso que generará por la fricción del aire
alas. Aquel maravilloso momento que nos
reunirá más allá de la distancia.
Quito mis ojos del rostro; no necesito ver
más nada para saber que esa mujer me encanta. Sus ojos de viento, su cabello de
hada bien lograda, y su sonrisa de Diabla mansa se arremolinan en mi almohada,
y yo sueño, y tu sueñas; todo el mundo sueña, pero nuestro sueño es un sueño
hecho de estrellas, tiempo y sentimientos, que han descendido de lo eterno.
La fiebre
La fiebre que derrumba el sueño de la primavera, los amaneceres locos
abrochándose al viento y la estupidez representada como idea falsa.
Todo sucede y todo pasa, la felicidad es una lotería, pero también es un
don, el don de saber que está intacta, sólo que las ambiciones no nos dejan
disfrutarla.
Mujer
Mujer de cabello celeste y piernas de serpientes. Mujer de cuello
cuadrado con brazos espiralados. Mujer con cara de viento y ojos a destiempo.
Mujer con sesos de mentira y lengua prohibitiva. Mujer con manos doradas y uñas
endiabladas. Mujer con máscara de zorro y corazón estoico. Mujer de cintura
ultraviolenta y párpados violetas. Mujer cuadriculada y plegada. Mujer estirada
con sonrisa callada. Mujer mujercita con deditos de diablita. Mujer hombre en busca
de un pronombre. Mujer biónica dentro de mi cama me eyecta en la mañana. Mujer
borrosa y siempre hermosa. Mujer inventada por palabras aladas.
Un día más
Un día más y la lluvia se aplasta con la noche pasada: el girar del
olvido, la gente que viaja para relajarse y sentirse cerca de su casa.
Llueven partículas rebeldes de suspenso
prohibido. Caen ángeles azules y grises como la melancolía. Se riegan las
ciudades con llantos, y el veneno germina lentamente destrozando las impurezas
existenciales.
Desahuciados
Desahuciados.
La ilusión se apaga como una lámpara siniestra y la vida es sueño en polvo en
la mañana que despierta, abriendo
tímidamente tu ventana.
Desahuciados
y aburridos caminamos sin sentido. El anhelo y la expectativa ya no nos
acarician las manos. La música ya no suena alentadora y el dolor es frecuente
en la maldita y deplorable algarabía de los días.
Desahuciados
bebemos y comemos para no morir, pero la infusión de suspenso, que se clava en
nuestra mente, es cada vez más agobiadora.
Sin embargo:
Fuerza.
Paciencia.
Concentración.
Amor propio.
Y diversión.
Nos reiremos
del mundo y lloraremos en el funeral de Dios. Crearemos mundos portátiles como
los libros, y danzaremos gloriosos bajo la luz dorada del sol. Soñaremos desde
la dicha y despertaremos constantemente felices extrañando un poco la
desilusión.
Me desconozco
Me desconozco en mis propios pasos, en mi sombra que rebota sobre la
palabra imprecisa en la claridad del mundo y las galaxias contiguas.
Me desconozco cada vez que amanezco confuso y sonrío a boca cerrada.
Y bienvenida sea la desazón y la soledad de los druidas, la lluvia sobre
mi alma delicada.
Y alabada sea la contradicción mágica del universo.
Y la luna un día me dirá que mi voz la hacía brillar, y que mis palabras
eran parte de un sueño gigante, central y veraz.
Me desconozco y me quiero tanto que ya me
encontraré ileso y erguido al costado del camino verídico de los días. Al
costado de la madre feliz, que menea al mundo como si fuera una cuna
comprometida, o un cúmulo de ideas y deseos incoherentemente reales.
El despertar lejano
Una mísera chispa de esperanza se presentó
en su camino. El mundo bífido lo acarició. Las sonrisas se adhirieron a su
alma. Pareció ausente el dolor, y vivió la magia en su interior.
Una mísera chispa brotó de los sueños de sus sueños, de sus deseos
cansados, de sus recuerdos malvados. Pareció quieto el presente, y nada fue
transparente ni ausente.
Una risa perdida se volvió a él con prisa, se degradó en su garganta que
emitió sonidos adormecidos por el amor.
Una luz lo elevó:
Las mil y una lunas.
Las galaxia contiguas.
La vida androide en sus brazos.
El llanto eterno en el vientre de Dios.
La infinidad en sus manos.
El final carnal.
La rueda mágica del adiós.
Cuando se despertó sintió alivio al descubrirse vivo y se lanzó a
caminar. Antes se había vestido y se había lubricado el corazón.
Una chispa hermosa en el camino flotante lo asombró. Había encontrado el
amor.
Absolutamente vivo
Porque las luces salen de mis ojos, y es tan
distante el sueño entre estos vientos, que la oscuridad me aplaca.
Porque en las luces de mis ojos yo encuentro
y yo reboto y me acaricio en tu sonrisa.
Sos tan precisa y exactamente hermosa, que encuentro en tus secretos mi
mejor caricia. Y nado y vuelo y canto y sos tan linda que no hablo ni me
expando. Sólo te observo y te deseo, aquí, acorralado en la pregunta que está
rodando en el espacio.
Danza el tiempo.
Escondo un secreto en mi almohada y arrojo
rayos cósmicos en tu casa para que me alcances. Veo luz en tu sonrisa, y
escucho la canción de tu alma mal tratada. Yo de vos haría una princesa dorada.
Compro oro y lo tiro al río. Con sólo escuchar tu voz estoy
absolutamente vivo.
Esta vida
Prisioneros en el viento de sueños y recuerdos. Traicioneros por si
solos, enemigos de nosotros mismos anestesiamos el ansia. Equivalentes a los
truenos perforamos nuestros sesos, y
redondos y girando somos lo que no queremos.
Pero que pretendemos con esas mujeres que echan leña y nos prenden
fuego.
Prisioneros en neptuno o en un mar seco nos movemos. Traicioneros en el
tiempo, sin embargo nos queremos. Parecidos a los truenos destellamos en los
sueños, rodamos y giramos alejando lo que
hace daño. Porque ellas echan leña al fuego y tienen fríos movimientos.
Prisioneros en la estrella muerta viajamos
al olvido. Traicioneros sin sueños nos movemos; la lengua del diablo es un auto
muy extraño, y nos movemos.
Mujer.
Mujeres.
Ellas te desean pero no descansan hasta verte muerto. Ellas te idolatran
y te tienen miedo. Ellas fuman a escondidas mientras se derrite el tiempo.
Ellas bailan de mentira y se pintan mal paridas. Yo me eyecto hacia otras vidas
y comprendo la pelotudez de esta vida.
Mi cerebro tiene hambre
Mi
cerebro tiene hambre, sed de evadirse, ganas de olvidarse. Quiero tener por
algún tiempo, en vez de sesos, viruta cósmica y partículas de Marte. O viruta
solamente; algodón o estopa. Quiero
ponerme un sombrero absurdo y gritar desaforado. Adornar mi rostro con una
gigantesca nariz de payaso. Quiero actuar o jugar al actor, quiero olvidar,
evadirme, escapar de lo que soy. Tengo sed de olvidarme, hambre de viruta.
Deseos de esperarla sobre el aire. La extraño mucho en la distancia, esa que ha
trazado realidades, la distancia que abre ojos por el aire y concreta el amor
danzante.
Ahora
voy al kiosco a comprar viruta y un poco de estopa. Mejor así es esperarla
anestesiado. La extraño tanto que mi corazón podría derramar todo el dolor
hasta inundarme, ahogarme.
Mi
cerebro tiene hambre, ganas de anular el tiempo, estirar los pasos hacia sus
abrazos, acarrear sus besos hacia mi palacio.
La extraño
tanto, que mi cerebro tiene hambre.
Otra atmósfera
Se sirvió un vaso con música y lo bebió. Se
montó a su nave y partió tarareando una canción.
Mis sueños no descansan
He jugado con el tiempo y tus muñecos más
perfectos; he trazado sombras mientras dormía, he bebido mucho o poco te he
extraño. Me he alejado de la flor de tu sonrisa, sos tan distante como las
tormentas, sos perfecta como el sueño cuando se derrumba. Sos mujer planchada o
en comillas, enroscada o apaisada. Sos la planta de la gran palabra. Sos
belleza reacia. Sos mujer donde la inseguridad danza y se descalza. Sos la vida
que aún no entiende nada. Yo me voy a dormir…
mis sueños, no descansan.
Ya no muero
Antes que se pudran los sueños yo he
descifrado tu cara.
Antes que la parca me trace su guadaña en la
mañana, te he visto volando en mi ventana.
En el interior de la noche sentí tu calor, y
giró el corazón.
Ahora se quien sos. Yo moriré bajo el sol
del amor con tu amor. El tiempo se acerca donde nadie más entra, sólo los dos
en la nube de alcohol, no tengo idea cuanto bebe esta espera. La ventana está
abierta para que vos te sumerjas. Yo observo la luna y pienso, reboto el deseo.
Con la ventana abierta te espero. Por lo menos sé, que ya no muero.
Apunto
de estrellarse
Enfrente del rostro, sumergido
ante Dios esquivando el camino. Necio en el tiempo, perfecto en la agonía,
insalubre ante el sol, inmaduro inaudito, llaves de la soledad.
Mirando el camino al revés
jugando a las sombras, perdiendo el secreto, matando sus sueños.
Necio inmaduro de la soledad,
cartas inyectadas de dolor, corazón, colgado de un hilo, apunto de estrellarse.
Como no lo había
escrito antes
Y te quiero como detrás de un sueño en la
palabra.
Y te amo realmente, como no lo había escrito
antes.
Duerme niño
En el octavo día de la semana el Diablo se
descalza.
En un costado
La serenidad del atardecer: tanques de agua,
antenas de televisión, algún que otro árbol y un pájaro embalsamado. Luego… un
pequeño espasmo y un avión que atrajo
todo mi pasado.
Después la noche y el imán cósmico del
tiempo: la luna clavada es puro recuerdo. Quiero enmudecer y gritar mentalmente
que te amo.
“Shiiff, heyy”
Sueño porque crezco y embellezco sueños.
Lloro estrellas todo el tiempo. Sueño sueños donde hago lo que quiero con el
tiempo.
“Shiff, heyy”
Una luz se agota, pero un pantano luminoso
brota en mi memoria: la sonrisa desde atrás me toca.
La serenidad de la noche. La calma de Dios
sepultado y vendado. Todo el mundo tiene una momia en un costado.
Una rica pizza
¿Cuál fue la primera hoja caída de este otoño?
Lindo hubiera sido verla.
El otoño es sinónimo de calma, un suave viento que te acerca a la
llegada, un museo, una idea clara.
Prendés la luz en la noche. Guardás la luna en un frasco; sólo por un
rato para que nadie se de cuenta. Jugás con Dios sin que él mismo se
consciente, lo agarrás dormido o nervioso mientras miente, ni se entera.
Las hojas del otoño explotan en la vida y todos los sueños pueden ser
posibles; no se aflijan, esperen y coman una rica pizza.
Como
Como payasos descalzos en la piel del viento, como ideas con cuernos,
como preámbulos ambidiestros, como un vidrio roto de risa en la ventana, como
una canción cayendo mil veces de un barranco, como una ilusión vencida, como
una sensación fantasma y dolida.
Como un libro
Como un libro escondido
Como un libro escondido en la luna
Como un libro escondido en la luna como se esconde la luz del sol en los
días.
¿Y no escribir más?
Veo la luna mientras me miran de arriba.
¿Qué quieren con migo?
Saben bien que los quiero. ¿Pero
que más quieren?
¿Hay algo más para dar? Ya no se
que inventar. ¿Cuándo me van a dejar ser un humano normal?
Quiero levantarme un día y no escribir más.
En las
En las improvisadas aguas
de la memoria la nave despega.
La nave despega
llevándose todos tus pellejos, y después vuelve, paso a paso y lleva tu alma
entera, sabia y reluciente: lista para la llegada de ese gran momento, el
Universo parte de este encuentro.
Efecto primavera
En primavera es cuando brota la ilusión, y los individuos comienzan a
observarse en el espejo con confianza, y buscan encontrarse bajo un cielo
permanente de rayos solares para el alma.
Buscan la paz y el amor, que se escapa hacia el verano construido
eróticamente por las hadas.
Buscan la sonrisa, que estalla en el mundo condenado, enmudeciéndolos,
ensordeciéndolos y destruyéndolos inadvertidamente.
Buscan a Dios sobre el aire cálido y se destapan para sentir en la
piel la felicidad inventada.
Buscan y buscan, y no encuentran, porque vivir es una exploración
siniestra que los conduce a la gran garganta de la nada, donde el amor
verdadero se resbala.
El olvido
El
pez-nada en el espacio. La nada hoy llena de barcos mis llantos. Yo estoy
dentro de uno de ellos, como si fuera uno de ellos. Es un lugar distante, es un
pensamiento donde ahora vivo.
La
plaza está preciosa mientras escribo: “no es posible el olvido”.
Algún sueño
Como turbas inverosímiles de silencios con patas, como zorro de bota de
pez de payaso, como entelequia de cruz de goma quemada, como curandero
invisible, como cuaderno de madera evidente, como chistido del sueño: cáscaras
del recuerdo, como sueño de alambre, sueño, algún sueño. Rodajas del tiempo
todo el tiempo.
Olor a perro
Tengo olor a perro en las manos y estoy recién bañado y no tengo perro y
no acaricio un perro hace meses. ¿Será un ángel vagabundo caído entre mis
manos?
Ahora lo lavo; me lavo las manos. Me las seco suavemente. Voy a mi
cuarto. Es la hora de la siesta. Lo acuesto un rato.
Soy un
experimento literario
Tengo recaídas al desamor. Como si fuera un vicio, recaigo nuevamente en
eso. Yo no lo busco… conscientemente, me acabo de dar cuenta, sí, me acabo de
dar cuenta que tal vez logro todo sin saberlo, inconscientemente, o,
simplemente me manejan y soy un experimento literario.
Se
dice que tres naves espaciales se están acercando a la tierra, y he empezado a
sospechar más aún de que aquello se debe
mi vida. Sin darme cuenta he escrito mucho sobre ellos. Soy un experimento
literario. De no ser así espero que les gusten mis escritos, y no conviertan
mis palabras y mi vida en polvo o alimento.
Soy un experimento literario.
Yo siempre creí en otras existencias y nunca hablé mal de ellas, ni les
tuve odio, siempre tuve mucho cariño a lo desconocido. Sería algo así como un
amor sin vista, tácito, pero verdadero.
¿Soy un experimento literario? Les estoy preguntando en este momento.
La
respuesta llegará con ellos y con ellos otras respuestas que me revelarán;
saben muy bien que vivo pensando, a mi manera, en el Universo y por eso lo
merezco.
¿Soy un experimento literario? ¿Por eso tantos años de soledad, desencuentros
y desdichas? ¿Y será por eso que varias
veces me salvé la vida de “milagro”? ¿Ustedes me mantienen vivo?
Yo
creo que sí, estoy casi convencido: soy un experimento literario.
Últimamente estoy escribiendo más. ¿Será porque se están acercando?
¿Están leyendo mi literatura? ¿O ya la tienen incorporada en el cerebro,
recibiendo todo en simultáneo cuando escribo?
Creo que todavía no me responden nada para no enloquecerme. Primero
debería asimilar su llegada y después ir en busca de mi premio.
¡Qué fantástico, soy un experimento!
Soy un experimento.
Soy un experimento.
Soy un experimento y, desde acá, les mando un literal abraso literario.
Hijos del destino
Si
somos hijos del destino porque hay gente que no cree en él.
El
destino juntó a nuestros padres para que nos engendren, para que nos den la luz
de la vida; entonces, somos hijos de nuestros padres-destino. Claramente hijos
del destino.
Enferma es la palabra
Enferma es la palabra que se mueve en tu
garganta, y la voz del tiempo en la memoria de Dios se contrae, temerosa,
porque la vida se deforma y se expande entre tus garras, donde la belleza se
desplaza cómplice, seduce nuevas víctimas, les da brillo, las domina y las
acomoda frente al abismo: tu garganta enferma y la palabra ácida que las
elimina.
Enferma es la palabra en el papel que se
incendia, y los niños juegan a los bomberos dementes y las madres lloran,
porque no hay dominio en las mareas asesinas, y los soles duermen congelados y
la dicha se derrumba y la magia es un espejo que destella dardos y la muerte no
era muerte y la vida, una vez más, se tuerce.
Cuando todo calla
Cuando todo calla, enloquezco, porque todo a
mi alrededor parece muerto, y hay cadáveres del pasado entre mis brazos, en mi
cuarto solitario; cuna del insomnio, donde el olvido no descansa; fuente
melancólica, donde sorben los marcianos para emborracharse.
Cuando todo calla, alguien enciende en mi cabeza un sueño muerto, una
lágrima que cae más allá de mi dominio; un sol diminuto bajo el brazo y el
suspiro magistral que me pretende a su lado.
Y entonces, otra vez la vida en la jaula, el
placer tan extraño de ser uno mismo enamorado de sus entrañas. La soledad llena
de palabras desnudas y atardeceres enserio. Una verdad absoluta dentro de mi
cabeza; pensamientos que vuelan y se buscan. Pájaros de mi sed ilimitada; un
trono que espera en el espacio mi llegada, porque no hay nada más que hacer,
cuando las piernas del destino se derrumban y todo calla y todo muere y todo es
asquerosamente hermoso.
Planeta universo
Soñé la felicidad, exploré los caminos
oscuros de la conciencia, trastabillé en los campos vacíos de la soledad
rotunda, me hamaqué de noche en la lengua áspera del diablo, y he tratado,
perezosamente, de alejarme del mal; paso a paso: pies inmóviles, confundidos;
la intención que escapa y el destello
momentáneo que pide medicina para la cabeza, ese ser redondo que padece el
hecho de estar vivo sobre los hombros de la incoherencia; ese extraño ser que
sufre porque desconoce la muerte: el mundo donde existe la verdad del hombre.
Ese ser que respira más allá del bien y destroza al creador como si fuera un
vil espejo embustero, y busca, y sueña, y se condensa en el centro del corazón, que bombea ininterrumpidamente,
generando el pulso paulatino de los sueños, o el estallido precoz de los deseos
enfermos. Ese ser tan pequeño e incomprensiblemente bello. Ese sueño, esa gran
visión que destroza el tiempo y se esconde con los ojos bien abiertos. Ese
estado de conciencia, ese contexto de hadas y mareas asesinas. Esa luz verde
del pecado y la gloria. Ese gran evento en el espacio divino y la idea
agigantada que sostiene al mundo como si fuera una botella de vino.
El rincón enigmático
Más allá del rincón enigmático, la bruma se
disipa y se abren las suturas del acceso pulcro, donde chorrea y gira y se
reproduce desaforadamente el júbilo y el encanto. Allá el amor y la belleza forman una
misma pieza y todo rueda en dimensiones de simpleza suprema.
Mas allá del rincón enigmático, encuentro una explosión de recuerdos sin
sentido que me eleva y me comprime señalándome claramente el despertar gigante,
el verdadero sueño, mientras todos en la esfera terrestre duermen taciturnos
disfrazados de existencia.
Desde un balcón
Desde un balcón me arrojo al mundo de la
vida, donde habita el comienzo de un feliz momento, y me acomodo sobre un
ángulo imperfecto, saboreo el aroma de los recuerdos y sufro porque ya no
sufro. Me observo desde el otro lado del espejo y me fundo inmortal en la
estela de los sueños.
Sobre un balcón me rasco la espalda y
pienso: ¿Cómo puede ser tan hermosa? Alguien tan completo y tan precioso vive
dentro de mis sesos. Ella ya es parte de mi tiempo, cada movimiento al cual
pertenezco. Yo ya soy parte de sus sueños y la despierto con un suspiro
inmenso.
Sobre el balcón del Universo
vemos la sonrisa gigante de nuestro exquisito encuentro. El Universo es todo lo
que no sabemos, pero yo si sé que la deseo, y ella sabe bien que soy su gran
deseo.
Soy yo
cuando me alejo
Como un hermano ondulante en el cielo raso del recuerdo. Como una viga de papel del tiempo que
sostiene tu cuerpo. Como una araña multiplicada
en el espejo retrovisor de tu alma, tejés tu propia trampa y salís al sol y
entrás, nuevamente, en la tierra que rodea tu desgracia; una vida confundida
por el amor que te aniquila, una viga de papel que vive bajo el agua, una flor
que se abre como una araña falsa.
Salgo a caminar por el barrio.
Ya es tarde.
Entro a mi casa.
Ceno.
Dios consume mi
sangre mientras duermo, y toma sol en una playa cuando me despierto.
Pintura imaginaria
Un lugar, cierto espacio, un bastidor colmado de negro silencio. En el
rincón superior derecho, una luz amarilla como el sol, volando como el viento.
Abajo, en el centro, sobre el piso azul, un bebé rosado, gateando en sus
felices llantos. Detrás de él, se divisan algunos colores blancos. Hacia su
izquierda, una mano larga quiere alcanzarlo. Hacia atrás, un canasto de mimbre
misteriosamente acomodado; de adentro salen cables amarillos, blancos y negros
secretos del espacio.
El bebé está contento, se aleja para siempre del violador que es su
padre. Maldice a su madre que lo parió, pero la ama por ser amado.
El pájaro insiste
La noche está espejada, también hay árboles y rebotes del cielo. Un
cúmulo de nostalgias te levantan de la cama. El insomnio es un pájaro que te
conduce a la verdad, y una vez más la extrañas, aunque nunca habías dejado de
hacerlo. El pájaro insiste en tu corazón, las verdades no pueden ocultarse. Los
relámpagos y el disgusto se deshacen; la madre de la vida prepara la comida;
los seres del mal se apartan y ella confirma que te ama.
Todos esos días
Todos esos días no existieron si hoy no te veo. Esos días, los recuerdo
como un sueño; por eso duermo mientras intento restaurar el tiempo.
La
historia trae escrita una memoria y el destino es demasiado justo. Creo que un
día las mañanas serán nuestras, el desayuno en la cama y las mareas de las
hadas. La luz de los ojos del nacimiento de un hijo; nuestro hijo. La distancia
de la muerte no separará las mentes, y la sonrisa de los días será pura,
trasparente y dividida.
Un cierre hace fuerza para
abrirse; Internet queda a un lado y los celulares se van decapitando. Hoy
siento a destiempo tus abrazos, vos tocás mi último paso en el espacio.
Vínculo infinito
Con los ojos de una vida que se apaga, con la idea del renacimiento
sembrada en el asfalto lo imposible asoma sus dientes de fantasmas.
Con los ojos impregnados de palabras, un ser de otra galaxia me miraba.
Dos árboles, un auto chocado, un farol, y una goma de mascar estrujada,
eso, es lo que yo miraba. Una ventana y mis ojos; el barrio muerto, como suele
pasar a estos horarios y yo seguía galopando. Mi cabeza es un vínculo infinito,
una cuchara que escarba, como los presos escarban todas las mañanas.
Un viaje en las estrellas
Y la vi rengueando, apelmazada en una nube, en una nube… en una nube
inmensa, como el sueño que cae del aire.
Una laguna en la noche, el acontecimiento que lanza y recorta los
recuerdos. Zapatos en la niebla y la sonrisa más bella. Su vestido, el sonido
de su boca, su mirada luz dulzura historia.
Por suerte aunque ella no lo sepa, yo le he dado mi beso perfecto,
infinito, directo; el beso que en ciertos momentos debe ser utilizado. Por eso
ahora vivo sobre ella y dentro de ella; el impacto-beso que ha recorrido su
alma y su consciencia.
Como el sueño del aire de mis ojos, nunca más podré verla; pero,
afortunadamente, besarla, ya es continuidad, un viaje en las estrellas.
Accesorios que se usan en algunos días
Una vez más se me internaron las ganas de beber, es como un bicho que se
mete en la oreja y me da la idea. Yo le digo ¡no! al bicho, pero el bicho
camina en mí cráneo deforma mi carácter.
También tapa mis oídos cuando grito ¡no! al aire.
Una realidad insensata quiere anestesiarme. Una realidad con patas que
me distrae hasta que arribe al porvenir brillante.
Beber para achicar los días, convertir tedio en algarabía. Una realidad
ortopédica, accesorios que se usan en algunos días.
A panza arriba de la nada
Las distancias deforman realidades. Las cercanías se comieron mi pasado
más cercano; el más lindo. Las cercanías se comieron lo que amaba.
Las distancias roban la memoria y enfrían taquicardias.
Entre la distancia y la cercanía, pierde la distancia.
Un átomo de suspenso cansa mi alma, y el viento se arremolina en mi
cara, penetra en mí, saca mi corazón de mi casa y así yo exploro lo que antes era nada.
Un punto de inflexión, un anhelo sin premeditación besa tu mañana y te
subís al techo-frente de tu cara, de tu casa, de tus emancipaciones impensadas.
Una pared entre el sueño y el deseo se abre, y vos estás despierto, recorrés el
Universo sin respuestas infinitas, pero abordás el gran secreto; entonces
llegás al techo de tu casa, respirás profundo, y, con la sonrisa inocultable,
te reís a panza a arriba de la nada eran las desgracias.
Más de lo que puedas imaginarte
Dividí la vista, multipliqué sonidos, desfloré letras. Amamante peces de
lobos de lodo de trompos de codos de vista dividida. Jugué con el tiempo en las madrugadas,
desperté magos, salpiqué duendes con agua vendita de las calles, falsifiqué a
Marte y te amé más de lo que puedas imaginarte.
El blanco de los pensamientos
Emborracharse con Dionisio. Conectarse con él, Dios-vino, y liberarse de
las normas del hombre o de los miedos personales.
Abrir el cierre erótico del cielo. Lamer ideas desnudas, llenas de
viento. Besar la lluvia hasta el artazo, hasta el orgasmo-barco, paraguas,
esqueleto, sueños.
Descoser las puertas de las casas. Espiar su interior; estirar la lengua
y recorrerlo. Transitar cerebros. Darle chirlos al tiempo, vestirlo,
pervertirlo, asociarlo con la parte más simpática del diablo.
Abrir los ojos erectos, desparramar el blanco de los pensamientos.
La sensatez
Arañas que caen como garzas desde el techo. Son garzas sino no serían
tan simpáticas con migo. O son arañas simpáticas y yo digo lo que quiero cuando
vivo.
También se desplomó una luz que rebotó en mis sueños o en mis
pensamientos ambidiestros.
Un camino suave en la colina del encuentro. Una ventana inventada,
empañada, desplomada. Y otra ventana con sonrisas y reencuentros. La vida
maneja todo tipo de momentos. Vos serás conciente en el barrilete de lo
incierto.
En tus pasos está el deseo, en tu corazón, la sensatez de no ser
prisionero.
Los días tienen cuello de
jirafa
Los primeros amores, tal vez fueron los reales, los verdaderos, sólo que
han llegado en tiempos errantes. En tiempos en que uno necesita seguir
caminando, llorando, explorando, aprendiendo y discerniendo para formar la
personalidad. En aquellas épocas, de jóvenes, uno no se enamoraba del
temperamento o del intelecto del otro, porque casi no había, o todavía no
estaba definido; pero eso tampoco afirma que uno se enamoraba al cien por
ciento del aspecto físico, talvez, además, se enamoraba por instinto del alma,
por sentir más allá de una consciencia clara o bien añejada. Es decir, percibía
que era realmente la mujer o el hombre de su vida, pero advenida en una época
prohibida, o, muy poco propicia.
Un día quizá la vida me cruce con mi primer amor, el primer recuerdo del
amor.
Un día talvez la vida me cruce con mi primer amor y, claro, la amaré
como nunca he dejado de hacerlo.
Los días son larguísimos. Los días tienen cuello de jirafa cuando no se
está realmente enamorado.
Observás el barrio de lo alto, respirás, recordás, viajas en ruidos de
chicharras, anhelás encontrarlo, encontrarla.
Un día tal vez la vida me cruce con mi primer amor; las jirafas no
tendrían más cuello, mi alma estaría en su estatura calma. No seríamos ni finitos ni infinitos, seríamos
una nueva palabra; esa repuesta que hoy nos falta.
Reflexión y final pesimista de la
vida
Tantas cosas lindas vividas y tantas cosas feas.
En fin, ahora, cuando se cierre el ataúd, te vas a dar cuenta que hasta
las cosas feas fueron bellas. El ataúd se cerró, tu alma explotó en mil
recuerdos, que desaparecieron como si nada hubiera sido cierto.
En la piel de la vida
Hay infinidades de cosas fuera de nuestro alcance. Vivimos en la piel de
la vida, pero no conocemos su esqueleto, sus órganos, su corazón y cerebro, ni
mucho menos su alma; es decir no sabemos nada. O sí, en realidad al menos un
uno por ciento sabemos. Vivimos en el uno por ciento del Universo; al menos por
ahora, en la piel de la vida.
La muerte despierta en las
ventanas
A veces cuesta estar despierto, y uno se refugia en la cama, en el
sueño: la vida diferente, la amnesia, el olvido. Cuando me levanto me fastidia
la vida, pero con el trascurrir del día me voy acomodando, mi humor comienza a
posesionarse, aunque sin embargo quisiera aplastar el día con la palma de mi
mano, matarlo como a un bicho que camina en mi cabeza, quisiera que se termine,
y… así, un día más cerca de la dicha; aunque se también que será un día más
cerca de la muerte.
La alegría amarilla.
La tristeza sutil.
Los caminos grises.
La inmadurez controlada
Los pensamientos azules.
La muerte despierta en las ventanas.
El salto justo
Pegar el salto justo y trasportarse por el viento como si fuera un
colectivo. Trasportarse naturalmente, como un pájaro, como un deseo que golpea
la puerta de su amada.
Odio los domingos; creo que el odio es recíproco, por eso a veces le
pongo patas para que se valla, y así me quedo más aún donde no hay nada. Tengo
un pensamiento de oro, soy experto en soledad, pero no en silencio; siempre me
acompaña algún sonido. Inclusive cuando duermo me acompaña el motor de mis
sueños. También me acompaña cuando estoy despierto, sólo que, mezclado con la
televisión, la radio y los ruidos del barrio, pierde su protagonismo.
Cada vez que escribo pego el salto justo; soy experto en soledad.
También se estar solo, rodeado de gente que, no es más que eso.
Un salto de oro en las patas del domingo. El domingo y yo hoy, somos
amigos. A veces escucho su llanto más controvertido.
Pájaros y hombres
Un pájaro loco en el psiquiátrico. Un pájaro loco demente. Un Hombre
hachando un árbol. Virutas de la vida. Un planeta delicado.
Todo o nada
Todo o nada está en el aire, en tu cabeza, en una hoja en blanco, en el
aire, en el portal multidimencional de tu cabeza, en las hojas del otoño que
caen del arte.
Todo o nada está en el aire, ¿y vos… donde estás?
Desde mi cuna
Un chorro de luz que congela una porción de mi pasado. Una fotografía en
mi mente. Radiografías del dolor. Una mano que desde mi cuna me convoca. Cartas
de tarot ilimitado; nunca voy… a ser esclavo.
Estaré siempre enamorado
Estoy enamorado de no sé que. Estoy enamorado de no sé quién. Estoy
enamorado de lo que no conozco. Estoy enamorado del deseo, de la expectativa,
del momento-encuentro.
Y ya es común el testeo in Vitro del amor en mi cerebro. Y ya es común
ver de antemano su sonrisa. Ella viste un pulóver rayado, de varios colores
alegres: amarillo, rojo, verde, azul y blanco. La luna está de fondo
iluminándonos y chisporrotea algo de amor en los astros más cercanos; es el
destino que en algún momento va a unificarnos. Ella tiene un cabello hermoso y
largo, yo la abrazo, el viento de fondo ya comienza a despeinarnos. Un sutil
zumbido nos envuelve; es el destino que en algún momento va a juntarnos. Tiene
ojos celestes con retoques blancos; trepándonos al cielo comenzamos a amarnos.
Tiene la piel blanca, con la luna iluminándonos. Tiene la piel blanca y
trasparente, con el viento, que comienza a despeinarnos.
Estoy enamorado de no sé que. Estoy enamorado de no sé quién. Estoy
enamorado de lo que no conozco. Mientras siga así; estaré siempre enamorado.
Un ruido en mi ventana
Escuché un rudo en mi ventana. Me acerqué,
pero no era nada.
Caminé algunos pasos en mi casa. Abrí un recipiente donde guardo
pensamientos que me duelen y me atrapan. A veces es lindo ser conciente que el
amor existe, aunque ha existido en un frasco.
La canción bumerán que rosa mi nuca cuando lo abro y despierto.
Sale viento cuando lo destapo, y tiembla o se derrumba parte de mi vida.
Hoy mi imagen vive agazapada, es un duende que despierta magia, también,
a veces, es una frazada o una idea que me desparrama.
Un par de ojos hermosos y una sonrisa que
me llama.
Cierro el frasco; no creo que ella arañe mi ventana.
¿El corazón es humano?
Estaba nublado. La lluvia es tan necesaria como el llanto.
Se me tapó la artería de la razón por no haber llorado demasiado.
Ahora,
no tengo pasado, y el presente es un ente loco
que deambula por los barrios.
A veces tengo charlas con mi corazón; pero no llegamos a nada
interesante, pues casi no me quedan sentimientos para intercambiarlos. ¿Será
por eso que hoy sonrío demasiado?
A veces tengo charlas con mi corazón; él se sienta en el piso de una
plaza que tiene quince bancos; yo me siento en el banco más cercano y
dialogamos de nada y con nada sonreímos hasta el fin sublime del hartazgo.
A veces se lleva mis piernas y deambula
como humano; es bello observarlo, aunque posee dos balazos que aún no pude
desterrárselos. Sin embargo, mi memoria es un cuento que se reproduce hacia
delante. Ya no tengo sombras que me manchen, ya no tengo sueños que no sean
futuritas.
A veces tengo charlas con mi corazón, a veces se lleva mis piernas y
deambula, a veces tengo dudas si el corazón es humano.
En la médula
Una actitud en la médula, una decisión que nace en la cuna, un ser
humano que es. Un momento que busca expandirse en otros planetas; dejar algo
más que una idea, redondear galaxias, destruir maldad, educar a la maldad para
que no sea mala. Una actitud de caramelo y alambre, una palabra en polvo, un
cuerpo invisible y un reglamentario encuentro.
Subo y bajo del pantano, también subo hacia otros planetas y dialogo, no
es que no haya otras vidas más que en esta tierra, sólo que nuestro cerebro… no
recuerda. En la médula está insertada la respuesta.
La visión nos proyecta desde Lejos
Me gusta cuando te arreglás, cuando realzás tu belleza.
La visión es parte del Todo. ¿Qué sería del Universo si el Todo fuera
ciego?
El Todo, como un vientre luminoso, lleva dentro al Universo y es un
hermoso ojo que ve y proyecta todo lo que somos.
¿Vos te acordás? Todo se voló
¿Vos te acordás de todos los momentos en los que la pasmos
maravillosamente bien?; porque el tiempo quita memoria y a su vez agobia. El
diablo disfruta y bebe de nuestra distancia, nuestra separación. Nuestro encuentro
es la bebida que en algún momento se hizo polvo y se voló. Todo es un episodio
más… de dolor.
Fichas
Fichas mágicas cayeron del espacio, y yo
las devoré en el acto. Una impulsividad, tal vez instintiva, me arrojó a ellas
con la boca abierta, como para ir ganando tiempo o no perderlas, o no perderme
la oportunidad de transitar, explorar un poco más allá de esta armonía ficticia
o anormal, este dominó vital donde todos juegan con un pie en el mal o en la
hipocresía verbal.
Los efectos que me causaron no fueron algo de otro mundo, sino de éste:
una irrealidad total, una burocracia sin final para hallar el amor en general,
uno de los pétalos de la gran verdad, que vive y chorrea sangre sobre el
planeta trivial, donde todos respiramos mal.
Tres de la mañana
Niña marciana ha arrojado el silencio sobre
mis sabanas; yo la miré y le dije: “puedo escuchar el sonido de tus palabras,
los sonidos que vienen desde las entrañas lejanas, tus palabras han estado
archivadas en las curvaturas mas sensibles de mi alma, eres parte de mi aura”
Niña marciana me ha sacado de la cama y me ha enseñado que no todo es
palabra o nave malvada.
Transitar con vos es sentir la piel de un hada. Estás en cada paso, cada
movimiento real de esta existencia rara, y en las noches expeditivas de mi
insomnio, siempre has estado a mi aferrada, y yo, he estado volando, arañando
tus alas.
Pajaritos
Pajaritos de bronce y títeres en suspenso. Lindo es rociarse de
silencio. Sabroso es el tiempo cada vez más lento. Los interrogantes aplauden
desde lejos y el sentido estético es veneno terco. El arte predomina porque
envuelve al nacimiento.
El día, la vida, el
amor y la literatura
Todo el día contenido por decenas de palabras, que revolotean en la
atmósfera intacta, del pasado, de los artífices literarios.
Todo el día envuelto por la ligera llama del talento y el silencio
desmesurado que genera cuentos: la dicha de la idea y los deseos transportados
por el viento.
Todo el día en la
noche de mis pensamientos: la suave vida que se eleva, vehemente, desafiando el
límite triste y gratificante de las lágrimas.
A
Cincuenta años de genial
convivencia
Nunca hubo una discusión, ni un roce; porque la relación había sido sin
contornos ni rostros, había sido una relación cableada: una relación
telefónica.
Todo para nada
Se podrá investigar y hablar y hablar, pero el misterio jamás dejaría
que alguien, ni nada, ni nadie, roce, siquiera, sus talones.
A
Habría que revertir
¿Por qué uno se apresura?, si los lugares en la existencia diversa
sobran, porque sobra el tiempo, que genera, con tu muerte, una nueva silueta.
A
La premonición
La premonición es un susurro proveniente del futuro. El cuento que
espera. Un adelanto celeste y dudoso caído descuidadamente del cielo.
Poner en óptimas
condiciones la casa
Lustrar el escándalo. Barrer el patio bajo la lluvia escondida. Limpiar
el inodoro y encontrarse en el río. Acomodar los almohadones de los sillones
más retorcidos. Limpiar los vidrios transparentes como las manos de Cristo.
Doblar la ropa con cuidado de no despanzurrar el tiempo. Baldear la vereda para
que no se quejen las hormigas. Limpiar la cortina del baño donde chorrean los
mares. Enmudecer bombitas de luz extinguida. Regar las plantas y contarles un
cuento. Sacudir alfombras antes de la primavera. Pulir la mesada encantada.
Cortar el pasto y decapitar caracoles. Quitar las telas de araña para que no se
formen nebulosas extrañas. Acomodar la biblioteca y encontrarse con las
palabras. Limpiar las estufas con estopa y pelo de payaso. Encerar los pisos
con baba del Diablo. Pintar los techos de madera con el color del tiempo.
Cambiar cueritos más allá de la vagancia. Arreglar el botón de la cisterna con piernas.
Quitar latas de pintura y fósforos de la heladera. Colocar crema humectante a
los portalámparas. Acunar a los ácaros. Incentivar al tejado con canciones de
mampostería y ráfagas de viento. Enderezar los cuadros para no asimilar la
locura. Lubricar el pantano. Acariciar al oso que vive debajo de la cama.
Descomprimir puertas y ventanas. Acariciar vasijas y adornos. Descontinuar la
charla con el perchero. Darle de comer a los peces cuadrados. Deshollinar la
chimenea como si fuera una jirafa. Enmudecer a los grillos con brillantina.
Sacudir los felpudos del mal. Almacenar baldosas para pasar el invierno. Pintar
a rayas el frente de la casa y prenderla fuego.
Insectos y animales
Hormigas que cuelgan de los árboles. Jirafas
para los astros. Monos de arena movediza. Tigres amanerados. Cebras
cuadriculadas. Perro ronco. Jabalí lírico y Alí Babá lo escucha. Nutria
desnutrida bajo el sol angurriento. Delfín al fin y al cabo del océano. Búhos
en las cuevas de los druidas. Serpientes bajo la luz de la luna que chorrea
veneno. Cucarachas de imán. Mosquitos espiralados. Arañas que tejen una trama.
Mariposas buenas mozas. Saltamontes con manos de muñecas. Caracoles con plumas.
Babosas como las lenguas. Sapos que escriben. Ranas doradas en la quimera del
estómago. Gatos en el jardín de las putas. Langostas en la pecera del crimen.
Pulpos que entintan los sueños. Rayas rayadas para las hojas lisas de la nada.
Zorros como la bruma política. Ratas en el poder. Hamsters mansos como las mareas
heladas. Libélulas a la deriva. Marmota de tela. Canarios de alcohol y
fósforos. Cocodrilos que devoran niños perdidos. Tortugas lentas como la
justicia. Focas deshidratadas en la cueva rosa de un lobo polémico. Pájaros que
atardecen en los ocasos ventosos.
Anguilas sobre una zanja vellosa comprometida. Luciérnaga de setenta y
cinco whats y cinco centavos. Escarabajos en la luna. Ardillas de madera. Vaca
condenada. Avestruz desgraciado. Perro triste que presiente tu muerte.
Moscas
sobre
tu
cadáver.
En algún
lugar del espacio
Sé que en algún lugar del espacio están incrustadas
tus ganas de amarme, de estar conmigo para siempre. Sé que en mi casa, en mis
pasos, en mi espejo, en mi alfombra, en mi idea, en mis sueños, en mis días, en
mis palabras, en mi bicicleta, en mi comida, en mis zapatillas, en mis puertas,
en mi techo, en mis nostalgias, en mi verdad, en mis heridas, en mis
amaneceres, en las noches como guillotina, en las sombras, en mi tos de
enfermarme por extrañarte, en mis cuadernos, en mi computadora, en mi oxigeno,
en mis sombreros, en mi cabello
desparramado por el viento, en mi magnetismo eterno, en mis células, en el ADN
de mi cabeza, en el ADN del destino, en
la esfera de mi corazón que sangra, en el cordón de la vereda de mi casa, en
las vacaciones que no quiero, en los libros que leo, en las vueltas a la
manzana del recuerdo, sé que están las ganas de amarte y estar con vos para
siempre.
Sé que en algún lugar hay una cueva de lobos
que devoró el amanecer donde nos amábamos.
Una soga moribunda cae del espacio para que
elijamos de donde agarrarnos. Un suspiro que emerge de la verdad hace un puente
que une las cabezas. Cuando yo te extraño demasiado, siento que estamos mucho
más comunicados, porque sé que vos me estás extrañando demasiado, en algún
lugar del espacio, tan lejos o tan cercano, como tomarnos de las manos.
La memoria
Esto es improvisar que la memoria te
despierta y ya no sentís nada mas de vos, tu vida es un chasquido que no
reconoce el hecho de estar vivo, todo es maqueta y suspiro introvertido, un
castillo de chocolate que no llegó a ser niño.
No creas en las creencias, no sueñes en los
sueños, no compres lo que otros compran para que vean como vos comprás.
Ya no tenés más oxígeno, tus pulmones
devorados por hormigas hacen hormigueros como naftalinas hace el hombre para
las polillas.
Improvisando en la memoria de mi madre viajo
a su colegio, camino en su barrio, soy feliz en un momento donde no pertenezco,
me tomo un vaso de agujero de gusano y me escapo de mi pasado. En todo lo
demás… yo no he estado.
Primordial oído
Una palabra en la sombra que ha hecho que
vos seas hijo de tu alma.
Uno, con padres y genes, no es más que una
cápsula viva que ha vivido siempre que el Universo ha vivido. El nacimiento no
es más que un trasmisor de lo que somos. Antes de la explosión creación ya
éramos tiempo que se iba expandiendo. Antes del big-bang Universo escuché en mi
primordial oído el amor inexplicable de “estar vivo”.
Nacer...
Llorar
durmiendo en el recuerdo, y despertarse con la cara estropeada. Extraer la
mugre del cerebro: hacer más sano el pensamiento. Hay un muro de papel entre el
malestar y la demencia.
Pienso en
marcharme. Me visto. Cargo ropa en un bolso. Me observo en el espejo y
no me veo; una deliciosa galaxia se encontraba ahí estancada. Mi espejo era un
oasis de magia. Lo tomé y, con mucha curiosidad y algarabía impulsiva, lo
arrojé al suelo. La galaxia desapareció al igual que mis manos, mi zapato
izquierdo y todo tipo de recuerdo. Respiré confundido: el latido de mi corazón
se había adormecido.
Ahora
me observo en el lugar donde había estado anclado el espejo; adicción al
sufrimiento es nacer de nuevo.
Desconcertado en el origen, pero dado vuelta como una noche siniestra,
ejecuté otra vez el primer llanto.
El anhelo. El despegue de la sonrisa
Inventar la lucidez y dejarse estar en algún lugar. Acariciar el sueño
del mal para que no te vengan a buscar.
Camino
distendido bajo el sol del sol, todos los días son diferentes, camino
distendido bajo la sombra corrosiva del amor.
Inventar la lucidez es estar del lado del alma. Acariciar el sueño del
mal es avisar que no te vengan a buscar.
Me
encontraba frente a un hogar, el crepitar del momento era grato y desde el
fuego alguien me observaba. Sentirse observado es ser conciente de la vastedad.
Camino
distendido sobre el gran átomo encendido, camino distendido bajo un mundo
mejor. El dolor vive en vos y yo intento salvar tu corazón. Invento la quimera
que reduce al tiempo y soplo para alcanzarte, para llegar de una vez por todas
a vos. Mi corazón aún no ha visto el verdadero sol. Mi corazón aún no se ha
internado en el centro de tu complicado corazón. Una balsa en el desierto
tiembla, duda y se disfraza de silencio. Yo no voy a defraudarte. Sólo quiero
acariciarte, cuidarte y elevarte así yo podré elevarme. Sólo tú podrás quitarme
el residuo tóxico de la realidad, el malestar del mundo me hace mal.
El despertar se amortigua
En el infierno dorado, donde las fábricas
de duendes cesan, el revés de las sombras abre puertas para amortiguar tu
llegada.
Cada paso es Dios en movimiento.
Cada pensamiento escéptico es vomitó perfecto.
Cada rincón moribundo es una chispa de sol en tu parco corazón.
Cada sonrisa es el despertar de tu alma, el amor fuera del dolor.
La felicidad es viajera pero siempre vuelve calma a su hogar.
Ayer… dormité bajo la luna estropeada.
Ayer… fumé cada instante inesperado, y hoy sueño en el infierno dorado
de mis palabras. Tu llegada es perfecta instancia ondulada, yo canto saltando
en una nueva galaxia.
Nadie escapa
Escupí palabras y las uní. Escribí un cuento o una canción. Pensé y
soñé. Todo lo que me rodea no está bien. Todo lo que me rodea es momento que se
fue.
Corrí la tela de araña de los tiempos y viví mejor. Un segundo de
recuerdos me llenó de placer. Un minuto sin recuerdos me hizo despegar sin ver.
Escupí mi herida favorita y existí. Escribí sobre el espejo imperfecto y
me descubrí. Pensé y vacilé. Todo es semilla; nadie muere cuando el corazón se
enferma. Nadie calla cuando ve a la
parca. Nada es borroso, ni voluminoso.
Escupí palabras.
Nadie escapa de sus sombras.
El revés de las sombras es parte de la gloria.
Para
refugiarme
Donde la oscuridad de papel se incendia yo caliento mis
manos. Es invierno y hace más frío que nunca porque no te tengo a mi lado. Mes
de Junio, momentos ondulados.
Donde la oscuridad de papel se incendia yo te espero y
espero nunca más esperarte. Es invierno, y vivo de nave en nave, las palabras
que uso para refugiarme.
Entrar en mí
La noche entró en mí como un sueño. Noticias cromáticas
punzantes, sabores aislados ante mis ojos. Mi lengua no sentía sutilezas y mi corazón no era más que una
bomba perfecta.
Sin embargo dejé la muerte de lado y levanté la térmica.
Trémulo el recuerdo, danzarín el duende del misterio que
vive del silencio, como los payasos de la tristeza que ocultan dentro.
La vida se enciende y se apaga en este sortilegio en el que
me encuentro.
Se filtra el agua a través del techo. La lluvia entra en mí
como un cuento.
Un zapato.
Otro zapato.
Un pantalón.
Un cinturón.
Un cansolsillo.
Un par de medias.
Una remera.
Un pensamiento menos.
Tu amor entró en mí, pero ya es
parte del viento.
Luna guarda sueños
Luna guarda sueños, estrellas cuidan tu
mirada y energizan tu alma, planetas que te ven crecer y te conocen más que tus
padres o tutores, agujeros negros que absorben tu angustia, libertades ocultas
que te dan de comer a diario, partículas ríspidas del tiempo que te levantan
cuando estás muerto, sensaciones del mundo que te abrigan, luz del fuego
radical que salva tu carácter, bienestar del vientre de tu madre, seguridad
confusa de la realidad obtusa, comadrejas en cajas llenas de silencio, montañas
de odio, orgasmos de cemento, piletas secas, amabilidad amarga y mentirosa,
curiosidades morbosas, moscas llenas de moscas, falanges en tu cama, pero
siempre hay vida o cosas que te atrapan y dan felicidad para que salgas
saltando en las mañanas.
El mundo espera.
Vos… sos tu única respuesta.
Sabes. Vuelo.
Sabés lo que es transitar el infinito de la desilusión, de la soledad,
de la palabra amar bien lejos de tu hogar.
Sabés lo que es darse ánimo a uno mismo, porque nadie conoce mi destino
donde hay ríspidos caminos.
Psicólogos, brujos y entidades absurdas que no me demoro a conocer; algo
escrito en mi alma representa lo que soy. Soy parte de un deseo espacial, sólo
espero que me vengan a buscar, se que ella me está soñando muy lejos de acá.
Tan difícil es un centímetro de amor real, tan difícil es jugar a la
felicidad, tan difícil es emigrar lejos de todo malestar, tan difícil es ser
parte de esta pobre realidad, de este inexistente palpitar, de esta absurda
jaula con rueditas de la irrealidad.
Si, es difícil. Difícil para algunos o tal vez para unos pocos, tan
pocos como si fuera solamente yo.
Comprendo que es difícil, siempre hay un canje oculto. Evidentemente siempre hubo un canje oculto.
No lo conozco, pero de eso se trata mi vida. El canje: engranajes escondidos
que me dan palabras cada vez que me matan.
Soy parte de un deseo espacial, espero que me vengan a buscar, mientras
tanto me derrito o me derrite esta realidad. Más allá del mar hay un lugar, mas
allá de este planeta ornamental mi corazón gemelo sabe que nací para volar. Qué
sentido hay si no se puede despegar. Qué sentido hay si los sentidos recorren
siempre un mismo camino, si los sentidos se marean en la cápsula donde no hay
más nada que el olvido.
Jugar.
Jugar al amor es lindo. Más lindo es sentir que el amor es un gran
limbo: todo el tiempo enamorados para amarnos más y más.
Las mujeres siempre mienten. Ellas no lo saben, no son conscientes, pero
danzan mintiéndole a su suerte, su naturaleza siempre miente. O mienten o les
falla la cabeza hormonal.
No está bueno estar rodeado de seres intermitentes. No está bueno estar
rodeado de seres que se alejan repentinamente de su mente.
No
está
bueno.
Pero al fin y al cabo es un placer. Nos descuajeringan el alma y cubren
nuestro corazón de barro. Sin ellas no seríamos nada, sin ellas seríamos
palabras que se desvisten y no reciben nada.
Pensar.
Pienso.
Tal vez sin ellas todo seria más normal y no tendríamos que inventar
pájaros para volar, sólo pensaríamos que la maldad está en una estatua
endemoniada o que la vida es una figurita sin alas.
Me desvisto al revés de mi sombra y la par de mi ego, busco pájaros sin
tiempo, desenvuelvo sueños perfectos; el diablo es Dios, Dios es el Diablo
muerto. La muerte es el sueño donde vuelo.
Sobre
Sobre la incertidumbre me desvisto y me
hecho a dormir.
Sobre la incertidumbre me ducho y veo
televisión; escribo o disfruto de una canción. Sobre la incertidumbre pienso,
me rasco la espalda y como lasaña. Sobre la incertidumbre me despierto y
atravieso mis sueños, descorcho un vino y despeino el dolor. Sobre la incertidumbre
apago una luz y enciendo un a dios; me enfermo, me quiebro, vuelvo a crecer;
algún camino siempre queda por recorrer. Las noches de ayer, los días de hoy,
la niebla me ayuda a ocultar el rencor; si es que tengo rencor.
Sobre la incertidumbre vivo; la
incertidumbre es mi hogar y el alrededor. Sobre la incertidumbre de mi barco
transparente sigo en busca del amor. Arrojo una palabra al mar. La botella de
vino aún no la he podido domar.
En la inmensidad del espacio
En la inmensidad del espacio veo a mis ojos extinguiéndose. El espejo en
el cual rebota mi memoria es cada vez más parco y somnoliento.
Quiero dormir y despertar con la sonrisa gigante y el sol fecundando en
mi interior el comienzo de otro tiempo.
Querer es desear, como dormir es jugar al muerto.
En la inmensidad del espacio se descose un viejo rostro y surge la
dulzura, la secuencia cristalina que me alza en brazos como a un niño.
Sonrisa. La sonrisa es gigante, y el calor del sol que me salva es el
corazón de un gran amor. Un amor tan grande, que ya no sé, si alguna vez… hubo
dolor.
Abrir
Y así me encontraba yo, observando las últimas gotas del atardecer,
cuando apareció ella, hermosa y rodando como un sueño nunca experimentado, y
recién visto por estos ojos codiciosos que pretenden o merecen un gran
centímetro de encanto: la perfección del amor que hoy vive en mi cajón. La
perfección del amor que va abriendo su cajón.
La alcé en brazos y sonrió, por supuesto se cayeron los astros al
carajo, y mi corazón extasiado despegó, cambió de órbita, me abandonó por un
rato; es que nunca había sentido algo tan exacto; la luna sigilosa también se
había acercado.
Giré con ella en brazos y encendimos un cigarrillo imaginario, un deseo,
el deseo de verdaderamente amarnos.
El atardecer se extinguió en la exquisita, exuberante bruma de la vida,
y juntos comenzamos a danzar sobre el ocaso.
Ella es perspicaz, inteligente y más hermosa que la belleza loca. Ella es
un sueño nunca transitado y yo sueño en su corazón que se va acercando a mi
lado.
Una clave en el espacio hace estragos, para que nuestro encuentro sea
cierto, infinitamente intacto: un permanente beso que decorará el espacio de todos
los espacios.
Hay
gente que cree estar enamorada. ¿Quién Diablos puede asegurar que está
concretamente enamorado?
En cualquier momento nos tomaremos de las manos. Esas manos que saben
bien que Dios es verdadero y falso.
El amor es mentiroso cuando no se está con la persona adecuada. En un
rincón del universo la felicidad genuina es simplemente encontrarnos, encender
un cigarrillo imaginario y decirnos que somos parte de un sólo movimiento:
procrear la más hermosa luz y comenzar con el ascenso de los astros.
Nunca le dije a alguien: “te amo”, pero sé que puedo llegar a lograrlo y
alzarte en brazos y girar sobre la verdadera realidad de nuestros propios
pasos.
Mi cajón se abrió, tu cajón se abrió, las almas se alinearon como
siempre deberían haber estado, y supimos lo que es estar verdaderamente
enamorados.
Ayer
fue hoy, y hoy no es hoy, es sólo amor; y fui trivial, y no importó; sos lo más
lindo que Dios al mundo dio.
Cantidades
Un kilo de sueños. Quinientos gramos de palabras enfermas. Un cuarto de
neblinas matinales y problemas familiares. Ciento cincuenta gramos de momentos.
Cincuenta gramos de nada. Un kilo y cuarto de melancolía. Tres pájaros
distraídos. Cuarenta ideas prohibidas. Cinco despertadores despiertos. Una
silueta fantástica. Un susurro acogedor. Un disgusto contradictorio. Mucho
sueño. Un gran mausoleo.
Del otro lado de las cosas
Del otro lado de las cosas, donde la locura es bella, comprobé lo que
había sospechado siempre: “no hay dolor”.
Estoy levemente intoxicado por la melancolía. Soy un fantasma diurno,
materia de la vida y tiempo espiralados en el entorno de mis sueños.
Del otro lado no hay dolor y la felicidad aterradora no esconde una
mentira.
Sin embargo nada duele demasiado y giro
soberbio sobre el epicentro de mi luminoso pensamiento; el talismán del
recuerdo maneja estúpidamente mis movimientos.
Del otro lado la neutralidad es muy acogedora. Pensar no pienso y
alguien está pensando en engendrar vida en el calor de mi aliento.
El sueño que acapara al Universo
Vivimos en el letargo de la vacilación. Y eso es similar a refugiarse en
Dios.
Auque yo todo lo que sueño lo despierto, debería encausar la decisión.
Vivimos aplastados por la gravedad. Y eso
es similar a la pereza trivial. Y auque yo todo lo que sueño lo despierto,
debería disfrazarme a la par de la verdad.
Añorar. Descarrilarse. Volver a generarse. Todo es parte del mundo que
habita en nuestro cuerpo. Todo es parte del alma motora que no se comprende.
Soñar. Despertar los sueños. Atreverse a dilatar el mundo.
Una idea puede enriquecerte como la creatividad puede enloquecerte
favorablemente.
Jugar. Entretenerse es lindo para comprender el alma.
Vivimos con los pies en la tierra y el cerebro en la niebla. Dios se
encuentra muy cansado y alguien quiere ocultarlo. Para eso –mientras saboreo
los recodos sensibles del misterio– pienso, creo y todo lo que sueño lo
despierto, porque casi sorbo del sendero de los muertos.
Caminar
Caminar. Detenerse. Esconderse. Asomarse con frivolidad. Dilapidar
momentos. Enfrentarse con el espejo soberbio. Jugar a Dios y quemarse con el
sol. Espantar moscas y acariciar insectos siderales. Soñar con una mujer que
canta y me encanta. Sorber de un mundo para entendidos. Maldecir la estupidez.
Dormir recaudando palabras. Despertarse empapado de talento. Salir a caminar.
Detenerse y nunca más esconderse. Respirar con ímpetu. Sacudir recuerdos
inútiles y echarse a dormir en un felpudo para darle calidez al mundo. Pasear feliz como un perro.
Escuchar música y echarse a volar.
No puedo evitar que mis alas me arranquen de acá.
No puedo parar de tirar manotazos que escapan de este mundillo trivial.
Cuando me levanto, por las mañanas, me siento aplastado contra el suelo,
pero a medida que el tiempo me va despabilando me alejo cada vez más. Paso a
paso, minuto a minuto, hasta que llega la noche, me vuelvo a acostar y viajo
mucho más allá. Recaudo palabras. Amanezco y con ellas comienzo a jugar.
Caminar. Detenerse y ponerse repelente para la pelotudez total.
Llueve
Llueve. Observo por la ventana. La mañana se percibe sensata o
asquerosamente mortal. Prendo la radio al azar. Goyeneche comenzó a cantar.
Regreso a mi cuarto. La quietud y la ausencia predomina en mis sábanas. Pienso,
y mi pensamiento se convierte en un trascendental momento, sólo por haberme
dejado llevar hacia un mundo mental. Todo lo que descubrí me lo guardo para no
destruir al planeta con la locura que puedo llegar a generar. Todo lo que
aprendí me lo guardo, por algo sólo yo accedí hasta allá.
Dejó de llover y la mañana se convirtió en un sol permanente. Siento un
calor agradable. Se diría que he vuelto a nacer o a sentir más real la piel.
Algo estaría sucediendo que me hace sentir tan bien.
Me asomé por la ventana y vi a Pamela, en la vereda, acostada. El sol
iluminaba y decoraba sus alas. Me acerqué y acaricie su espalda. Ella se
despertó y me mostró una sonrisa encantada. Observó con asombro y dulzura mis
alas. Intercambiamos una de ellas y nuestros corazones comenzaron a sentir la
inyección real del amor. La llevé a mi cama, hacía calor pero no importaba, la
tapé con retazos melancólicos de mi alma vapuleada. La melancolía se siente
mucho más si no se está con la persona adecuada.
El sol de la mañana
El sol de la mañana atraviesa mi casa y me penetra como una daga
endiablada. Veo a la locura cuadriculada sentada sobre una silla plateada. La
observo y me río y se ríe. Nos tomamos de la mano y salimos a recorrer el
barrio. Los vecinos nos miraban; podían verla, fresca, alocada e inmaculada.
Ella soltó mi mano y subió la suya sobre mi espalda; ¡hay locura mansa que me
mima, me eleva y calma!
El sol de la mañana nos iluminaba y el dolor de la daga había quedado en
mi casa, sobre la silla plateada.
Ida y vuelta
Vamos y volvemos constantemente. Traemos música y palabras. Dialogamos.
Nos enfrentamos con la angustia. Hacemos de la existencia un arte instantáneo.
Esculpimos la felicidad escondida. Soñamos desganados pero sentimos la luz del
otro lado que nos quiere ver parados.
Vamos y volvemos constantemente. Traemos ideas, sueños, llantos
arrugados.
Nos emborrachamos de júbilo sobre un teclado. Añoramos. Pensamos con el
cerebro lastimado. Disfrutamos de los astros. Respiramos algo apresurado. Algún
día estaremos jugando con la fobia que absorbió el diablo.
Vamos y volvemos constantemente. Traemos música y palabras.
Vivimos pescando... en la
inmensidad del espacio.